Javier Rey de Sola nace en Madrid (España) en 1956, el mismo año de la
muerte de Pío Baroja, sin que ambos sucesos guarden relación. A las pocas
semanas, se le traslada a Valladolid fuertemente custodiado. Aquí realiza sus estudios,
en detrimento de los cuales va consolidando año tras año su vocación literaria,
lo que le acarrea multitud de sinsabores que soporta con estoicismo, pues a ver
qué iba a hacer.
Su primera novela publicada -Negra
conjura- es la prueba, para muchos, de su moral insolvencia. Esta opinión
cobra auge con El diablo a la cola (ilustrada
por el maestro Serafín), Vidas en el
siglo (Premio Ateneo-Ciudad de Valladolid), El insuperable tío Wenceslao, Arrabal
amargo, Cine Delicias y ¡Jo, qué tropa…!
En teatro, fijaros bien, es autor de El
sospechoso, El castillo en la niebla,
Dos no riñen... si ninguno quiere, Las tinieblas interiores, El robo, Tres hermanas, El vestido
rojo, El naufragio, El juez, su señoría, y De la gaseosa al champán, junto con
otras que aquí no se ponen, no por nada.
Se cree sabio, pero de qué va. Cansado, más que harto, de momento le
tienen controlado. Se toma la pastilla cada noche.
Enlace al primer capítulo de mi novela ¡Jo, qué tropa...! publicado en Libertad Digital
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Enlace al primer capítulo de mi novela ¡Jo, qué tropa...! publicado en Libertad Digital
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