HUMOR ENTRE CASCOTES (ENIGMA)
-El diagnóstico es seguro –afirmó el especialista, después de explicar prolijamente la radiografía.
-¿Y cómo se lo decimos? –preguntó la hija.
-Su padre murió de eso –dijo resignadamente la mujer de luto-. Y también su abuelo y todos los de su familia. En la mía… -agregó con un punto de orgullo.
-Mamá –la interrumpió su hija.
-Le doy seis meses de vida –dijo el médico con la seriedad que reservaba para casos similares-. Como mucho.
-Ay, mi padre, que se tiene que morir sin conocer a su nieto.
-¿Está usted…?
-No, pero me caso el mes que viene.
-Hija –dijo la madre.
-Es muy lamentable –dijo el médico-. Pero a todos nos llegará la hora.
-¡Mi padre! –gimió la hija.
-Siempre ha sido un desgraciado. Nunca tuvo suerte para nada.
-¡Mi padre!
-Si me hubiera hecho caso, no se habría llevado esos berrinches.
-Nos puede ocurrir a cualquiera, señora. Ninguno estamos libres.
-Ha sido muy cabezota, doctor. Siempre porfiando con la gente y llevando las de perder. Usted no le ha conocido.
-¡Ay, mi padre, mi padre…! –gritó la hija, forzándose las lágrimas.
-Agustina –entonó la madre.
-Le pondré un régimen –el médico garabateó un papel-. Que venga cada mes. Y si nota molestias, que las notará, o algún dolor…
-Le tendrá que dejar salir al banco, madre –y al doctor-: le gusta sentarse en el banco por las tardes…
Muy bueno: " -¿Está usted…?
ResponderEliminar-No, pero me caso el mes que viene.".