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lunes, 24 de noviembre de 2014

FRUSLERÍAS AL DESGAIRE

Al arco iris

UNO: La hoja al viento carece de rumbo, se subordina al azar y acaba bajo el cepillo del limpiador municipal. Algunos ven en ello paradigma.
DOS: En los ríos hay zonas estancadas arrimadas a la orilla. Allí se crían ranas, que aportan de noche su particular algarabía que imitan los periódicos.
TRES: El artista es aberración de la naturaleza que ésta intenta, sanamente, destruir.
CUATRO: Las cuatro clases de locura: la individual, la “folie à deux”, la familiar y la que involucra a un pueblo entero.
CINCO: La transferencia: es el otro el que tú eres.
SEIS: Los griegos lo tenían muy claro: pasaba la Discordia, e inoculaba la enemistad entre los hombres.
SIETE: El ojo nunca se cansa de contemplar tres cosas: el océano, las nubes y los gatos. Hay quien dice que la mujer sería una cuarta. Los filósofos no se ponen de acuerdo.
OCHO: El Paraíso. El conservadurismo lo sitúa en el pasado; el progresismo, en el futuro.
NUEVE: El hombre prehistórico –se dice– no relacionaba la paternidad con el coito. ¿Y si fuéramos nosotros los equivocados?
DIEZ: Algo querrá significar lo que sucede.
ONCE: El conocimiento esencial no se acumula con las edades. Es fama que en ocasiones experimenta retroceso.
DOCE: La seguridad va pareja a la ignorancia.
TRECE: Dictadura es la forzada homogeneización de lo dispar. Pues entonces.