RESEÑA NOVELA
"El Mago", John Fowles (1926–2005) - ‘Maravillosamente pertrechado para el fracaso, salí al mundo’. Con esta frase de la tercera página, comienza propiamente la novela. Nicholas Urfe abandona Londres (y a su novia) en respuesta a un anuncio de profesor de inglés en la pequeña isla griega de Phraxos. Su verdadero objetivo es escapar de las responsabilidades de la vida adulta y de pareja. ‘En nuestros tiempos’, se dice también casi al principio, ‘no es la sexualidad lo que a veces asoma su feo rostro, sino el amor’. Comienza para Nicholas una aventura personal donde cobran absoluto protagonismo el misterioso Conchis y unas igualmente enigmáticas gemelas, encargadas al parecer de seducirlo, aunque también parecen abrigar otro propósito. Existen indicios en la isla de otro habitante que no se decide a presentarse. A través de una serie de juegos dramáticos y teatrales, Nicholas habrá de discernir dónde está la realidad, de qué orden está compuesta y si acaso está siendo objeto de una broma macabra, lo que le lleva a cuestionar sus planteamientos anteriores sobre el amor, su vida personal y la existencia en general. Nicholas se ve zarandeado por los juegos que le propone Conchis, mascaradas atrayentes, perversas, como si aquél fuera un dios caprichoso que se divierte en tirar de los hilos de su desorientada marioneta. La verdad se presenta caleidoscópica, como si cada nueva percepción contradijera la precedente, sumiendo al protagonista -y al lector, a éste con gozo- en una perplejidad inacabable y absorbente. Mezcla de novela gótica, de iniciación, sentimental, filosófica y erótica… es la obra el verídico reflejo de una época, la del pasado siglo, marcada por la confusión y la carencia de sentido. El misterio está presente en cada página de esta voluminosa novela que no concede respiro. Clásico absoluto de un autor imprescindible, autor también de la quizá más conocida ‘La mujer del teniente francés’.
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No sé la razón, Señor Rey pero no me atrevo con esta novela.
ResponderEliminarNo es una novela decadente, pútrida, ni obscena, si se refiere a eso. Eso sí, está entretejida de mimbres muy extraños, pero que no incursionan, ni mucho menos se regodean, en "territorios prohibidos", usted me entiende. Aparte, se lee fluidamente y con ganas.
Eliminar¡Entendido, entonces me la leeré!
EliminarLa portada de la edición de Anagrama es simbólica y da una idea que puede ser malinterpretada. Pero tampoco me haga demasiado caso.
Eliminar¡Señor Rey como ya en la vida no se sabe lo que es real y ficción, nos entra la duda!
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