A juzgar por lo que vamos viendo, y las televisiones no se cansan de retransmitir, no parece que la prohibición de la Semana Santa sea inminente. La cantidad de personas involucradas en las procesiones que tienen lugar en numerosísimos pueblos y ciudades de España, como público o directamente formando parte de ellas, pone de relieve un sentimiento religioso que, lejos de extinguirse y a pesar de los vaivenes experimentados, sigue tan vivo o más que nunca. Las personas, obvio es, no son obligadas a darle pujanza a tales manifestaciones de fervor: una inmensa mayoría las respalda porque les sale de dentro (iba a utilizar una expresión algo más tosca). Todo lo cual serviría para dejarlo estar. Pero este argumento no basta para algunos. Su afán totalitario pretende imponer sus propias ideas, en principio tan respetables como las contrarias, a la población entera: lo que a mí no me gusta a ti tampoco te tiene que gustar. Afortunadamente, en este y otros campos, pisan terreno movedizo. Son jóvenes, algunos quizá menos; tampoco, se diga lo que se diga, son muy listos, y han calibrado erróneamente el sentir del pueblo, palabra esta última que les gusta tanto. Pero conviene precaverse. La idea de democracia –gobierno de la mayoría, respetando minorías– les es ajena. Su único objetivo es el poder, conquistado el cual, impondrán su particular visión del mundo, que sabemos cuál es porque la hemos visto trágicamente plasmada en no pocos lugares. Pero tienen una virtud, que es la paciencia. Así que ojo. No me vengáis luego llorando.
Tomado de Tribuna Valladolid(en youtube) Procesión Santísimo Rosario del Dolor. Semana Santa Valladolid 2015
Siempre hay personas que se rien de lo demás y de los demás...¿ lloraran algún día?.
ResponderEliminar"Dios castiga sin piedra ni palo". Saludos.
Eliminar