jueves, 26 de noviembre de 2015

LA EDUCACIÓN


La educación es una combinación o amalgama de cuatro factores, que vienen a ser como las patas de una mesa:

1) Tu familia. Aquí se aprenden los primeros valores educativos. Si tu padre es un borrico o tu madre una mema que está a otras, este apartado terminará rebosando de actitudes que perjudicarán, o terminarán cargándose, alguno de los apartados, o todos, nº 2, 3, y 4. Que no es justo, ya lo sé. Pero quién ha dicho que la vida tenga que tener esta condición.

2) El colegio al que has ido. Ésta es la educación propiamente dicha. Se sugiere por ahí que no es muy buena. No es que no sea muy buena. En algunos aspectos, es de aplauso. Pero a condición de evitar las trampas de elefante que pondrán en tu camino. Las trampas de elefante pueden ser los profesores. (Hay no pocos infectados de majetismo o ideas políticamente correctas. Se conectan fundamentalmente con ese segmento de la izquierda que babea de gozo con el pancartismo, estilo ‘No a la guerra’.) También hay muy buenos profesores, dicho sea, y son la gloria del sistema. Otra trampa puede estar en el propio sistema educativo, trufado de idioteces que se endilgan de manera transversal. Ahí están tu padre o tu madre para corregirlo: “Esto que aquí pone es mentira, pero te lo aprendes como un papagayo y lo calcas luego clavadito en el examen”. Frase de oro. Y si Pepito o Vanesa pertenecen a una familia cohesionada, Pepito o Vanesa se lo aprenderán de carrerilla. Esta esquizofrenia une mucho a las familias. Y las risas que te echas son impagables.

3) Por dónde has andado. Esto son tus vivencias vitales. Las personas que tratas, tus amigos, tus costumbres. De todo se aprende, que se comentaba antaño. Y también que todo se pega, menos la hermosura.

4) Tú mismo. Importantísimo apartado que descuidan muchedumbres ingentes de personas. Leen basura, se derriten con un cine ideologizado que da náusea. Tú me entiendes. Si lees, verbigracia, periódicos sesudos, ese del que dicen (decían) que si te lo empapuzas unos años equivale a sacarse una licenciatura (los cojones), si lees esto, insisto, te volverás tonto del culo, ya lo eres. Hay que leer y visionar bien, lo mejor, que está barato. Quién dice que la cultura es cara. (Aquí hablamos de educación, ya lo sé.)

Todo lo anterior forma bloque, por así decirlo, lo que arroja un individuo definitivamente educado o maleducado, según. Aunque la educación o formación es tarea que no acaba jamás, por más que algunos, no pocos, la dan por finalizada no más allá de los quince años, no volviéndose a cuestionar ya nunca ninguno de los 4 aspectos. Así nos va. Estos a que aludo son quienes más protestan de la educación propiamente dicha (mirar apartado nº 2).

En resumidas cuentas -que es a donde queríamos llegar-, ni Libro Blanco de la educación, ni leches. Lo que yo te diga.



2 comentarios:

  1. Toda la verdad en su magnífico final: " En resumidas cuentas -que es a donde queríamos llegar-, ni Libro Blanco de la educación, ni leches. Lo que yo te diga. ". Sí, Señor, lo que Usted diga, un abrazo. Anónima Teresa.

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    1. Gracias, Anónima Teresa, por sus simpáticos comentarios a mis modestas colaboraciones. Un abrazo.

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