RESEÑA NOVELA
"Gilgamesh el rey", Robert Silverberg (1935) - Los autores de ciencia ficción, en su crítica y censura del presente o angustiosa interpelación al futuro, no es raro que también expresen una cierta añoranza del pasado, evocando o recreando sus mitos y leyendas. El Poema de Gilgamesh es la primera epopeya de la historia. Compilado hará unos cuatro mil años, registra las hazañas del mítico rey de Uruk, en el país de Sumer, parte meridional de la llanura mesopotámica. En esta remota historia, reconstruida a partir de distintas tablillas en escritura cuneiforme, se inspira la presente obra del celebrado autor del género. La fuerza y la poesía de la antigua épica se expresa aquí como si de un de un relato moderno se tratara, pasando por todos los importantes temas que refleja la epopeya, principalmente el amor, la muerte, la amistad y el destino de ultratumba. Es el héroe quien narra su vida en primera persona. Fallecido su padre, el trono pasa a Dumuzi y Gilgamesh huye al vecino estado de Kish. Al morir Dumuzi, él regresa. Se casa con Inanna, sacerdotisa y encarnación de la diosa de este nombre. Conoce a Enkidu, con quien le une estrecha amistad y en cuya compañía corre las aventuras que cuenta el antiguo Poema, combinándolas aquí con la indagación psicológica natural de nuestra época. Sin contar más, en honor de quienes ni siquiera conozcan el Poema, la narración recoge, a través de numerosos episodios, el panteón sumerio en su relación directa con los hombres, la sociedad, la clase sacerdotal y dirigente, el pueblo vinculado a las cosechas, la naturaleza... sobre los que planea el tema principal de toda la obra: el anhelo de inmortalidad. Gilgamesh, en su poder, arrogancia y sufrimiento, prefigura al griego Hércules y, en genial recreación contemporánea, al propio Tarzán de las novelas, tan pobre, infiel y esquemáticamente vertido a la pantalla.
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Reconozco que uno de los géneros que apenas he leído, poco son las leyendas y tienen una gran importancia en el Conocimiento, así Borges y Tolkien las apreciaban. Posiblemente los anacronismos son muy necesarios en esta torpe modernidad.
ResponderEliminarTampoco yo he leído demasiado en cuanto a leyendas. Sencillamente, no lo puedo leer todo... aunque lo intento. Las leyendas, en general, es un campo al que tengo pensado dedicarle mi atención, en un futuro no lejano.
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