"LA INQUILINA DE WILDFELL HALL", Anne Brontë
RESEÑA NOVELA
"La inquilina de Wildfell Hall", de Anne Brontë (1820–1849) - La señora Graham, viuda con un hijo pequeño, alquila la destartalada casa de Wildfell Hall. Su presencia despierta entre los vecinos inusitada expectativa, que se ve incrementada con la aparición de sórdidos rumores sobre el pasado de la dama. El joven George, vástago de una acreditada familia del lugar y enamorado de ella, intenta combatirlos. La pequeña de las hermanas Brontë nos ofrece en su segunda y última novela –moriría al año siguiente de su publicación– un delicioso cuadro doméstico rural donde, en medio de distintos personajes, quedan resaltadas las mejores virtudes femeninas, que ejercen su poder formidable precisamente a causa de su debilidad. Hombres y mujeres frívolos, corrompidos o egoístas –Lady Lowborough, Arthur Huntingdon, los amigos de éste, Eliza Millward– sirven de contraste a joyas impagables –la protagonista Helen, su amiga Mllicent, la insignificante Mary–, entrelazándose las acciones de unos y otros y terminando todos por alcanzar el pago natural de sus acciones. Finísimo y apasionante registro sobre todo del alma femenina, en una de esas representantes sublimes que parecería que han desaparecido de la tierra…
Quedan algunas almas sublimes por ahí pululando todavia, es increíble el Mundo que puede despertar lo Sublime y a cuántas personas. Debe ser una deliciosa obra literaria cuando pueda, acudiré a ella.
ResponderEliminar¿ Lo Sublime despierta o encuentra espontáneamente?...podría encontrar hasta lo menos esperado.
ResponderEliminar¿ La Dulzura enamora?
ResponderEliminarApresúrese a leer esta novela. No sería raro que terminaran prohibiéndola.
ResponderEliminarjejejjejej, al paso que vamos...
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