Al viento que ondea en las banderas
DOS: ¿Más virtuoso que justo y cumplidor de tu deber? Ni virtuoso, ni justo, ni cumplidor de tu deber.
TRES: Mao Tse Tung: “El irreflexivo o exaltado que no quiera o no sepa modificar su plan, chocará frontalmente contra un muro de ladrillos”.
CUATRO: La fuerza directa y la indirecta: Chang y Chi. La primera es ortodoxa y la encargada del ataque. La segunda es sorpresiva y envolvente. La primera entabla el combate; la segunda alcanza la victoria.
CINCO: El general duerme en traje de campaña. Nadie sabe en qué lugar tiende su lecho.
SEIS: Cervantes: “En la demora suele estar el peligro”.
SIETE: Periódicamente, hay que replantear de arriba a abajo la estrategia, partiendo de cero como si nunca hubiera habido planes, ni objetivos, ni estrategia. Este zafarrancho hará que se desprendan las posibles ramas muertas que lastran la marcha de la guerra. Si la estrategia se trazó bien al comienzo, será confirmada y reforzada.
OCHO: Soluciones hay muchas, pero una sola es la verdadera, que hay primero que aceptar; luego, imponer.
NUEVE: Las leyes de la paz no son las leyes de la guerra.
DIEZ: El general no puede tener amor propio.
ONCE: Quien ocupa antes la posición tiene ventaja. Sólo eso: ventaja.
DOCE: Las órdenes decisivas tienen que comunicarse en el último momento, y deben ser obedecidas sin rechistar aunque parezcan absurdas.
TRECE: Disciplina y moral. Lo demás, aunque importante, es secundario.
Twittear
Un artículo precioso y reflexivo al máximo, Felicidades Señor Rey, cuánta razón en cada uno de los números.
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=772MTLJZUp0