miércoles, 4 de marzo de 2015

DESPEDIDA (A la rusa)

HUMOR ENTRE CASCOTES (ENIGMA)

-¿Me ama usted, Nikolái?
-Daría mi vida por usted, condesa.
-¡Quiero una prueba!
Nikolái se encarama de un salto a la balaustrada.
-¡No! –le retiene la condesa-, es usted joven para morir.
Nikolái vuelve a pisar el suelo, reticente.
Llaman a la puerta. La condesa se separa del oficial.
-Adelante –dice.
Entra Boris, compañero de armas.
-Condesa –se inclina ceremoniosamente ante ella. Le dice a Nikolái-: Nuestro regimiento sale ahora mismo para el frente.
-¡Hurra! –exclama Nikolái.
La condesa palidece. Pregunta:
-¿Está… confirmada la noticia?
-Nos lo acaban de comunicar. ¿Vienes? –se dirige al amigo.
-En seguida.
Boris se inclina ante la condesa, taconea y sale.
La condesa da la espalda a Nikolái, saca un pañuelo y se lo lleva a la cara.
Nikolái clava una rodilla en tierra, la mano al pecho.
-Váyase, Nikolái, le esperan –le dice tristemente y sin volverse.
-¡No me iré sin estrecharla una vez más entre mis brazos!
La condesa se gira, le obliga a levantarse.
-Mi pobre Nikolái –le acarició el mentón-, usted se marcha y yo no le veré más. Si la muerte no me lo arrebata, lo hará la gloria…
-¡Jamás!
-Déjeme hablar… Cuando usted regrese, el honor le acompañará y no querrá saber nada de la infeliz que le dejó al partir y que le amaba. Me habrá olvidado…
-¡Nunca!
-Rezaré por usted –su expresión revela ternura y desconsuelo.
Nikolái sale.




2 comentarios:

  1. Desde luego que es una despedida a la rusa, no sé como será la despedida a la española.

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    1. Javier Rey de Sola6 de marzo de 2015, 9:24

      La despedida española pienso que puede ser algo así como bajar a por tabaco...

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