Al vaso de agua
DOS: Lección de estilo: Cuando las horas pasan lentamente, hay que escribir que “se desgranan”.
TRES: El lenguaje entero se ha convertido en un inmenso lugar común. Sólo
cabe entonces utilizarlo irónicamente.
CUATRO: Las fases del escritor: al principio, publicar; luego, vender; por último,
ni publicar, ni vender, sólo escribir.
CINCO: El movimiento gay, en su perpetua reivindicación de la igualdad, llegará a exigir el matrimonio heterosexual para sus miembros, con objeto de que no exista ya ninguna diferencia.
SEIS: Fulano estaba desengañado de la vida. Y la vida, de él.
SIETE: Antaño, las mujeres dividían a los hombres entre los que tenían solvencia económica y, consecuentemente, podían ofrecerlas un futuro, y los que no. Actualmente, con la revolución femenina, la incorporación de la mujer al trabajo y su nuevo y activo papel desempeñado en la sociedad en todos los ámbitos, pues también.
OCHO: Aquel hombre pensaba demasiado. Para su capacidad, era cierto.
NUEVE: Los argumentos se pueden, pedagógicamente, reducir a una consigna. Pero la consigna, en sí, no es argumento.
DIEZ: Se debe juzgar con benevolencia y elevación de miras el yerro humano. ¡Pero te da una rabia...!
ONCE: Aquel periódico perseguía incansable la verdad. Ésta, consecuentemente, huía.
DOCE: Identificar el destino personal suele llevar bastantes años. Inicialmente, se presenta como una aleteante promesa que pronto se tuerce. Llega un momento en que exaspera. Finalmente, es aceptado, todo encaja y se alcanza la paz, ya que no la tranquilidad.
TRECE: Las mujeres son muy impresionables: en cuanto te enfrentas a un león con las manos desnudas, se postran a tus pies.
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Toda una verdad: " Aquel periódico perseguía incansable la verdad. Ésta, consecuentemente, huía". Jejejje, el poder de la mujer, somos más malas, aunque impresionantes damas pocas.
ResponderEliminar¿Que la mujer es mala? Ts, ts.
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