jueves, 22 de octubre de 2015

5 SENCILLOS PASOS (y uno de propina) PARA SER FELIZ


1) Que te vaya bien. En el trabajo, la vida familiar, en todo. Si en alguno de estos campos naufragas, ¿cómo esperas ser feliz?


2) Gana la lotería. Pero a lo grande. No cuatro perrucas, que eso no da ni para pipas. ¿De cuánto hablamos? Eres tú el que debe fijar la cantidad. Si eres pobre de solemnidad, te conformarás con menos. Y si eres rico, ganando una lotería no será bastante. Tendrás que ganar dos loterías. La Primitiva y el Gordo navideño. Atrévete.


3) Cómprate una mascota y que te la cuide otro. Los animales son muy beneficiosos para la salud física y mental de las personas. Pero es engorroso cargar con el pienso y otras cosas que necesitan estos bichos, sobre todo si, por ahorrar, compras el saco grande de 20 o más kilos. Y que al perro, si lo es, que puede ser gato, o pececillo de colores, lo pasee tu madre, aunque según lo haga la buena anciana se acuerde, con sentimientos encontrados, del inolvidable momento en que te dió a luz.


4) Anda por el campo. La sencillez de la naturaleza es lo mejor para que te sientas en paz y en armonía. Bien es cierto que, cuando oscurece, es importante que regreses a tu piso, que, como es lógico y venimos apuntando, debe contar con todas las comodidades de que te puedas rodear: calefacción en verano… perdón… en invierno, el frigorífico lleno y que no falten cervezas, tele de plasma y si puedes tener en la pared un cuadro de Picasso, porque eres rico, mejor que no, que crispa. Vende el cuadro y cómprate unas láminas de la Torre Eiffel o el Cañón del Colorado, por ejemplo.


5) Ésta es la más importante. Déjame que piense. Ya está. Tener salud. Entera, cumplida, rebosante, no te me cojas ni un catarro, ni tropieces y, porque llevas las manos en los bolsillos, te rompas los paletos contra el suelo. Si así ocurre, la felicidad se irá al garete.


6) (Éste es el de PROPINA.) Ten un confidente con quien compartir tus alegrías y tus penas, sobre todo las segundas. Si eres hábil, te quedarás con las alegrías y él o ella irán asumiendo tus desgracias. Mientras tú te pones cada vez más rozagante, él o ella irán cayendo en un pozo depresivo que no puede menos que encantarte.


El momento es ahora. Mañana puede ser tarde. Anímate.



2 comentarios:

  1. ¡Que gracia Señor Rey, me he reído de lo lindo!, muchas gracias por aportarnos esa llama de humor inteligente que tanto anima. Un abrazo.

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