jueves, 18 de febrero de 2016

LOS NIÑOS PERDIDOS


Se habrán enterado del último escandalazo, que deja en pañales o en mantillas, lo que prefieran ustedes, a cualquier cosa que hayan podido leer, ver o escuchar a través de los medios. 10.000 niños (y niñas) que vinieron a Europa entre los llamados refugiados sirios han desaparecido de la faz de la tierra y nadie sabe dónde paran ni en qué estado. Lo denuncia Europol, que es la policía de nosotros, la cual añade que se sospecha que las mafias los habrían dedicado a la  esclavitud o prostitución, principalmente esto segundo a las niñas.
Vemos aquí el triunfo de la política europea, basada en el cretinismo y lo políticamente correcto. Esos niños y niñas, ahora mismo, mientras usted caro lector, carísima lectora, se entretiene en estas líneas, están absolutamente desprotegidos precisamente en uno de los lugares mundiales donde, sobre el papel, que ya se sabe que lo aguanta todo, se protegen más los derechos de los más vulnerables, la cuna de la civilización y tantas zarandajas con que nos han calentado toda la vida los oídos.
Me río yo -y ríase usted conmigo- de si en tal país, el nuestro, por ejemplo, se forma gobierno o se deja de formar; de las pendejadas con que bellacos y bellacas de pelaje variopinto nos entretienen día sí, día también; de los derechos que reclama todo el mundo, olvidando los deberes que son su necesario y justísimo equilibrio. Pero mejor no se rían, sino adviertan que estas mamarrachadas llevan indirectamente a los crímenes que, Dios no lo quiera, con probabilidad se estarían perpretando en este momento, precisamente contra lo más indefenso que es la niñez, que ha salido de la sartén para caer en las brasas, que somos nosotros, la culta Europa.
Pero, claro, era de fachas tomar los datos de los (presuntos) refugiados conforme cruzaban las fronteras. Había que demonizar a policías y gente de seguridad, que no hacían más que su trabajo. Ahora, olvidada la pútrida campaña por aquel pobre bebé que se ahogó en aquella playa, nos han desaparecido miles de niños, en una operación digna del gran Houdini, pero con maldad y estulticia añadidas.
Queremos que se localicen esos niños ya. No 10, 15 ó 20, asustados y ateridos en un hangar donde los tendrán / tendrían prisioneros y haciéndoles mil perrerías. Los 10.000 enteros. Ni uno menos. Europa, majetona, sácate la cabeza del culo y busca.



2 comentarios:

  1. ¡En qué mundo más delictivo estamos, no se sabe ni para qué existe el Derecho!, deben hacer algo por esas personas, porque son personas y más niños indefensos, las locas mentes aburridas.

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    1. El mundo en que vivimos tiene algo de, deliciosamente, inconsciente y horroroso.

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