domingo, 14 de febrero de 2016

"1280 ALMAS", Jim Thompson

RESEÑA NOVELA


"1280 almas", Jim Thompson (1906–1977) - Nick Corey es el jefe de policía del pequeño pueblo sureño de Potts County. Lo tiene todo para un pasar tranquilo -un sueldo aceptable, casa, comida-, con tal de ocuparse de sus propios asuntos y, en ocasiones, mirar hacia otro lado. Casado con Myra, que no le trata demasiado bien, vive con ellos Lennie, el hermano subnormal de ella, cuyas costumbres no parecen ser lo edificantes que debieran. Existe además una tal Amy. Y una mujer casada que se llama Rose Hauck. Nick nunca ha podido evitar que las mujeres se le arrimen. Nuestro hombre pasa por buenazo, abúlico, aparentemente incapaz de nada que requiera iniciativa, como no sea las actividades comunes más prosaicas. Pero lo que ignoran sus convecinos es que Nick Corey es dueño de una poderosa inteligencia, absolutamente desapercibida para todo el mundo. Se aproximan las elecciones para el puesto que ocupa, y el jefe de policía se siente preocupado, aunque lo que de verdad acapara su atención son ciertos asuntos, si cabe más directos, relacionados con su vida personal. Puede que en el curso de la narración haya algunas muertes; es posible también que algunos se lo merecieran, otros no tanto; y cabe aventurar que Nick Corey tenga algo que ver con todo ello, aunque ni por asomo se le podría relacionar con lo que ocurre. Uno de los títulos más importantes de la novela negra norteamericana, ejemplo del quehacer de un escritor cuyas principales señas de identidad serían el desarraigo y la violencia, expresadas mediante un vigorosísimo lenguaje y unos diálogos magistrales que no le van a la zaga de los principales representantes de la literatura norteamericana del momento. Apenas reconocido en vida, sus tramas cínicas y desesperadas vienen alcanzando un éxito creciente e imparable en las últimas décadas.



6 comentarios:

  1. Excelente, señor Sola, como siempre. Una pega esencial: me acaba usted de quitar la reseña...¡snif, snif!... Con su finura exquisita para calibrar a los protagonistas va a quedar la mía como de párvula, de aprendiz primeriza. Eso sí, serviría para embellecer más la suya... Humm... Me rindo. Escogeré otra cosa. Pista: la próxima mía será literatura de un autor vivo. Me gustan más los muertos, pero hablo demasiado con (y de) ellos. Ah! y excelente la suya ¿lo he dicho, no?. Y gracias, of course.

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    1. Qué bobada es eso de párvula. Pon la tuya. Así se complementan. Estoy segurísimo de que me gustará, y también a los demás.

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  2. Agradecida por la cordialidad de su envite, le contesto con lo que diría mi querido Bartleby: "preferiría no hacerlo".

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  3. ¡A veces suele ocurrir esto: " ni por asomo se le podría relacionar con lo que ocurre!

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    1. Es muy difícil relacionar causas y consecuencias. En ocasiones, la causa se remonta a un periodo muchos años atrás o, en el terreno material, desplazado en el espacio. Aparte de las vidas personales, reza mucho también para la política y las costumbres sociales, donde es raro que tanta gente vincule lo que piensa y hace -que parece tan bonito- con lo que luego sucede -que es espantoso.

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