jueves, 31 de diciembre de 2015

CRASA GRASA


En España, engordamos en las fiestas navideñas entre 3 y 5 kilos. Dejémoslo en 4. Si somos 45 millones de españoles, el total de lo engordado habrá sido de 180 millones de kilos. Convirtiendo esto en toneladas (parece propio) nos salen 180.000 toneladas de foquez. Pero olvidémonos de focas y vayamos directamente a la ballena. El peso de la ballena, dependiendo de su categoría, oscila entre 180 toneladas y meramente 16. La media aproximada de su peso la podemos buenamente dejar en 75 toneladas. Si tomamos como unidad de peso la ballena de 75 toneladas, habremos engordado los españoles (y españolas, ahí os duele) unas 2.400 ballenas. Aparte de todo, esas 180.000 toneladas (o 2.400 ballenas) ahora se han humanizado y forman parte de nosotros mismos. En otras palabras, y como diría Shakespeare, si se pinchan esas lorzas, te duelen, sin las increpas se entristecen… más o menos esto es lo que decía, si quieres precisión te levantas tú y lo miras. En resumidas cuentas, España, ahora, es mucho más humana que antes. Más gorda, pero por ello mismo más humana. De toda la vida, se ha pensado que el gordo tenía buen carácter, circunstancia que puede venirnos bien a nuestra atónita situación actual como nación. Míralo así.



miércoles, 30 de diciembre de 2015

ENTREVISTA DE BOTÓN DE MUESTRA (A la jeta)

HUMOR ENTRE CASCOTES (DISPARATE)

PREGUNTA: Es usted uno de nuestros más significados escritores, y me da la risa floja... ¿Cómo se convirtió en asiduo de la pluma?
RESPUESTA: La escritura me la suda, pero me jalearon...
P.: ¿Quiénes?
R.: La peña. Sin ella, yo no habría pasado de ser uno de tantos. En 
realidad, soy uno de tantos.
P.: ¿Qué mensaje pretende trasmitir con sus novelas?
R.: Como no sea allanar el camino ante las titis, por si me cae alguna 
contraprestación...
P.: ¿Reconoce influencias? ¿Se considera en deuda con algún autor? 
R.: Yo no me cierro a ninguna expectativa ni posibilidad. En una ocasión me quedé corto, y luego me dijeron que la tía era una cachonda. 
P.: ¿Cómo ve la novelística actual en España?
R.: Si quiere ponerse triste, se lo cuento.
P.: ¿Es una autocrítica?

R.: A usted qué le parece.
P.: ¿Experimenta el llamado “terror del folio en blanco”?
R.: ¿Yo? ¡Hasta que cuente entera mi vida en clave lírica...!
P.: Cultiva, pues, la novela autobiográfica...
R.: Yo no soy de los que mienten. Eso de que lo que estás leyendo te lo 
inventes, tendría que estar perseguido por la ley. ¡Pero así está la justicia! 
P.: En España, ¿se reconoce el talento?
R.: Ni falta que hace, que luego se te suben a la parra.
P.: Hábleme del mundo editorial.

R.: Será si quiero.
P.: ¿El que tiene padrinos se bautiza?
R.: Yo abrazo la fe de los mormones. Un montón de gorrinas a tu 
disposición y, además, contentas. Aquí sólo te dan una y a regañadientes. 
P.: ¿Su próximo proyecto?
R.: Un viaje a Utah, que es el domicilio de esa gente, por si no lo sabe. 
P.: Literario, quiero decir...
R.: También.
P.: ¿Tendría que ocurrir un cataclismo para que usted dejara de escribir? 

R.: No.
P.: ¿Cuál es lo segundo que más le gusta hacer?
R.: Ingeniosillo, ¿eh? Lo segundo también es lo primero. Pero 
cambiando de jaca, que en la variedad está la alcurnia. Aunque últimamente no sé qué pasa, que se van dando un portazo...
P.: Pruebe a cambiar los visillos del dormitorio.
R.: Miraré a ver.
P.: ¿Es usted feliz?
R.: Por regla general. Pero una vez me la tuve que cascar en el garaje. 

P.: ¿Le gustaría entrar en la Academia?
R.: ¿Qué más daño puedo hacer?
P.: Para terminar, hagamos a la inversa: pregúnteme lo que desee.
R.: Esa pilosidad que le asoma por la bragueta... ¿Es suya o se trata de 
un postizo?



martes, 29 de diciembre de 2015

"ASESINATOS S. L.", Jack London

RESEÑA NOVELA

"Asesinatos, S. L.", Jack London (1876–1916) - Conocido sobre todo por sus narraciones ambientadas en Alaska -Colmillo Blanco y La llamada de la selva, entre las más famosas-, y relatos que tienen como escenario las islas de los Mares del Sur, sin olvidar la autobiográfica Martin Eden, esta rara novela inacabada se encuadra con naturalidad dentro del género policíaco. Su planteamiento aparece recurrentemente en la ficción, tanto en literatura como en el cine: un individuo, o grupo, se convierte por propia decisión en el brazo ejecutor de la justicia. El hombre que se hace llamar Iván Dragomiloff, culto, decididamente ético y de maneras suaves, resulta en extremo eficaz al servicio de esta idea. Su agencia es responsable de la eliminación de culpables de graves crímenes sociales. Winter Hall, en relaciones con su hija Grunya, termina descubriendo por indicios la existencia de la organización… y la identidad del jefe. La interacción de los distintos personajes, eruditos o especialistas en alguna disciplina de orden teórico, pero a la vez hombres de acción, nos ofrece una lectura trepidante, donde queda demostrado que la razón y la lógica más estrictas, junto a postulados radicalmente materialistas, arrojan un resultado paradójicamente irracional, absurdo y terrible al mismo tiempo. La moral del hombre superior, que vive con criterios distintos a los del resto, tan cara a las ideologías totalitarias, tarde o temprano se salda en el fracaso más rotundo, aunque se presente con el envoltorio de una obra tan amena como ésta, que se debe simplemente disfrutar como novela de aventuras, en lo que nuestro autor es maestro indiscutible. La novela fue concluida por Robert L. Fish, a partir del manuscrito y notas que dejara London.



lunes, 28 de diciembre de 2015

ESCRITO EN TIZA


                 
              Al encerado




UNO: Hay cosas que son indignantes. Otras no.
DOS: El primero que comió miel, comió mucha.
TRES: Si mis padres hubieran sido negros, yo probablemente también sería negro. Da que pensar.
CUATRO: Qué será ser otro.
CINCO: La piedra pómez es aburridísima.
SEIS: Si eres espeleólogo, te espera en la vida mucha oscuridad.
SIETE: Da un poco de envidia el oso que hiberna.
OCHO: Cachalote suena a gordo.
NUEVE: Ser escritor es que te cueste.
DIEZ: Imagínate que te llamaras Lorenzo. Ya está. A que te has sentido raro.
ONCE: Este aforismo que estoy ahora escribiendo es profundo, divertido, sabio y atinado... Bueno, no; pero podría haberlo sido.
DOCE: La vanguardia es tantas veces mezcla de griterío, énfasis, abstracción y aburrimiento.
TRECE: Hay mucho de burgués en la bohemia.



domingo, 27 de diciembre de 2015

"LIBRO DE BUEN AMOR", Juan Ruiz, Arcipreste de Hita

RESEÑA NOVELA

"Libro de Buen Amor", Juan Ruiz, Arcipreste de Hita (¿1283–1351?) - Sabrosísima miscelánea, en la estrofa denominada de cuaderna vía, propia del Mester de Clerecía, su tema es el amor profano y sus vicisitudes. Como hilo conductor, desfilan las mujeres que corteja el Arcipreste, o su alter ego don Melón, con la impagable mediación de Urraca, llamada también Trotaconventos -identidad que daría vario juego en nuestra literatura-. Son personajes don Amor y su esposa doña Venus, con quienes litiga don Juan Ruiz, intentando hacer acopio de consejos para lograr el favor y aquiescencia de las féminas; y don Carnal y doña Cuaresma, capítulo que sirve para presentar amplio surtido gastronómico de época. Cómo debe ser y comportarse el hombre en su faceta de galán -con humor, osado, cortés, generoso y nunca acobardarse por el rechazo de la dama-, y ponderación física y moral de la mujer, mostrando el Arcipreste decidida inclinación a la ‘mujer chiquita’, compendio de virtudes, a su juicio. Engarzadas con la materia principal, la amorosa, se incluyen digresiones acerca de las creencias que profesa o debe profesar el buen cristiano, bien en referencia a los siete pecados capitales, ora en su conducta para lograr vencer al mundo, al demonio y a la carne. También, condena del dinero, de los excesos y del vicio, teniendo presente el horizonte de la muerte. El autor se remite siempre, de manera que puede parecer contradictoria, al amor divino, particularmente a la Virgen. Por ello, se le ha llegado a motejar de cínico e hipócrita, como si pusiera en el campo venéreo -con el agravante de ser clérigo-, y por decirlo en apropiada expresión castellana, una vela a Dios y otra al diablo. Lo que resulta indudable es su frescura y maestría, amén de su cultura, que nos sirven en bandeja un mundo bullicioso y desenfadado, donde distintos personajes se mueven a discreción. Libro chocante y paradójico, con abundancia de consejas y de fábulas, enormemente rico y expresivo, una de las joyas de la lengua.



jueves, 24 de diciembre de 2015

EL RESULTADO ELECTORAL


Ante el suceso político acaecido el pasado domingo, y que ha suscitado comentarios encontrados y reacciones de variado signo, nos vemos en la necesidad de precisar lo siguiente:

1) Ha tenido lugar en todo el territorio nacional un episodio, que ya tenía precedentes, denominado “elecciones” o “proceso electoral”.

2) Estas “elecciones” o “proceso electoral” han arrojado un resultado.

3) El citado resultado acusa dos vertientes: una que podríamos llamar “global” y una segunda susceptible de ampararse bajo el epígrafe de “resultados parciales”.

4) El resultado global somos partidarios de atenderlo en su conjunto. Los resultados parciales, de manera pormenorizada y pegados al terruño.

5) A partir de ahora las cosas cambiarán o seguirán, sobre poco más o menos, como siempre.

6) El pueblo español, en su conjunto, puede sentirse legítimamente orgulloso o avergonzado de lo que ha hecho. Cabe también la ira o la cachaza, e incluso el rico y múltiple abanico de las emociones humanas.

7) Los resultados no deben extrapolarse, aunque si se extrapolan (¿?) tampoco pasa nada.

8) La conocida expresión “que Dios nos pille confesados” no debe ni puede considerarse opinión oficial de esta columna, si bien tampoco la execramos por completo.

9) Es todo, de momento. Seguiremos informando.



miércoles, 23 de diciembre de 2015

PANORAMA (LITERARIO) DESDE EL PUENTE (A Arthur Miller, a su viajante y a sus brujas)

HUMOR ENTRE CASCOTES (DISPARATE)

Por una vez, y sin que sirva de precedente, destripamos expresiones literarias 
–reconstruidas a partir de declaraciones de testigos– que demuestran que en cada español de lo más vulgar anida un escritor.
“Se había situado en el inarmónico terreno de la circunspección y el desaliento...” Dicho así, parece algo. ¿A que sí?
“La vida se compone principalmente de sueños. ¿Y no son sueños los que persigue el escritor? El sueño es nuestra meta, el que sueña vive dos veces. En realidad, no hacemos otra cosa que soñar. Los sueños son la única verdad...” Macho: si tienes ganas de irte a dormir, échate una cabezada y no seas pelma.
“Investigo la frontera entre la realidad y la ficción...” ¿Cuántas veces hemos oído esta chorrada?
“A la mujer, hasta ahora, la han explicado los hombres. Pero ha tenido ella que ponerse a escribir masivamente para explicarse a sí misma desde sí misma: sus anhelos, sus apetencias, sus frustraciones. Es una manera de estar en el mundo. Sin pedir permiso. Estoy aquí porque quiero estar y así lo he decidido...” Lástima de metralleta, que diría el otro.
“La amaba tanto que tenía que dejarla...” Del tipo de paradojas idiotas que no significan nada en absoluto, pero quedan de cojones en un libro.
“De niño, iba con mis abuelos a la era. Me sentaban a la sombra de un paraguas roto y ellos se ponían a trabajar. Este paraguas roto para mí era mágico, me sentía protegido bajo él. En todos mis libros vengo buscando ese paraguas roto...” Esta cojudez también queda de mimo.
“Para mí, los premios no tienen importancia. Me han venido sin que yo los buscara. Esto no significa que no los agradezca. Al fin y al cabo, se trata de personas que se supone que tienen un criterio, críticos y demás, y que han encontrado en mis novelas algún tipo de valor o de enseñanza, no sé... La aportación económica es lo de menos. Te viene bien, claro, pero lo importante es llegar a más lectores...” Marchando ración doble de morro.
“He conseguido depurar mi obra. Al principio, me demoraba en el recorrido, algo así como el que pasea mirando escaparates. Ahora, entro directamente y compro...” Ya lo creo que compras. Quién te ha visto y quién te ve.
“Mis novelas contienen una fuerte dosis de compromiso. En mí, son inevitables las referencias al pasado inmediato, que procuro conectar con el presente. Estoy y estaré siempre con el pueblo. En cuanto a subvenciones y prebendas, tengo una idea muy clara: las cojo...” Para que luego digan que la sinceridad se está perdiendo.
“He procurado enfatizar lo que antes andaba diluido, y diluir lo que antes presentaba enfatizado...” ¿?
“La imaginación y la memoria...” Menuda barrila y vaya tosta.
“Ahora el compromiso no se vive acudiendo a una manifestación y sosteniendo una pancarta, sino procurando rescatar en tu obra detalles mínimos, sentimientos, que se perderían de no ser por ti...” Como coartada, se han podido ver peores... 



martes, 22 de diciembre de 2015

"VAMOS A CONTAR MENTIRAS", Alfonso Paso

RESEÑA TEATRO

"Vamos a contar mentiras", Alfonso Paso (1926–1978) - Nochebuena. Carlos y Julia, matrimonio acomodado sin hijos, tienen proyectado pasar la noche fuera en compañía de Lorenzo, buen amigo y que también es un buenazo. Elisa, la criada, permanecerá sola en el domicilio y se acostará temprano. Pero el coche de Carlos se estropea y, los amigos por un lado, Julia por el otro, salen a procurarse la cena por el vecindario. La criada cree que han seguido su propósito inicial de no permanecer en casa. Con este arranque, nos proporciona el autor una entretenidísima comedia del estilo de las suyas, donde no se sabe muy bien qué preferir, si una mujer que miente siempre con el propósito inocente de darle un poco de aliciente y dramatismo a su matrimonio, u otra que dice siempre la verdad. Y si esto se complica con otras circunstancias de orden asocial, por decirlo de manera suave, no hay más que añadir. La diversión, derivada de la trama, de los diálogos y pespunteada de alfilerazos verbales, inocentes pero que tienen su miga, está perfectamente asegurada y pasaremos, pues, un más que divertido rato siguiendo el desarrollo de los acontecimientos, totalmente imprevisibles y que se complican inopinadamente. Hay dos cosas que al autor de teatro no se le perdonan jamás, al menos en España: el humor (el genuino, que muchos confunden con lo soez o chabacano) y la fecundidad. De ambos, estuvo sobrado Alfonso Paso, que era capaz de mantener al tiempo, con éxito, distintas obras en los teatros madrileños. Sirva esta comedia de un clásico del teatro, como muestra de otras tantas, igualmente felices.



lunes, 21 de diciembre de 2015

AFORISMOS DE ALGUNA INDIGNACIÓN



              A la ira




UNO: Ser hombre de acción significa tomar decisiones, la mayoría inadvertidas y corrientes.
DOS: Profesores finlandeses descubren un sistema para que los alumnos obtengan las máximas calificaciones: ponérselas.
TRES: Llorar es como el apéndice: no sirve de nada.
CUATRO: “Quiero un hombre que me haga reír”, dicen algunas. Y quién no.
CINCO: El primero al que le vendieron una moto se sintió estafado: mitad de ruedas y la máquina no podía sostenerse.
SEIS: Las campañas electorales deberían estar radicalmente prohibidas, por lo que tienen de falsedad, de maledicencia y de calumnia.
SIETE: Y la ideología -cualquier ideología-, al ámbito privado de las conciencias.
OCHO: El burro es de los pocos animales que se sienten insultados.
NUEVE: Si los políticos quisieran realmente nuestro bien, querrían realmente nuestro bien.
DIEZ: Todos los españoles son iguales ante la ley. O no.
ONCE: ‘Volver a casa por Navidad’ suena a amenaza.
DOCE: El primero que se tiró en paracaídas, vaya valor. Pero más valor el segundo, que vio lo que le pasó al primero.
TRECE: Practicar submarinismo tiene algo de huidizo frente a los problemas del mundo.



domingo, 20 de diciembre de 2015

"ASÍ ACABÓ SALOMON GRUNDY", Julian Symons

RESEÑA NOVELA

"Así acabó Salomon Grundy", Julian Symons (1912–1994) - El Valle es una de esas impecables urbanizaciones inglesas donde residen, con sus familias, profesionales liberales. Tolerantes y modernos, carentes de prejuicios y con inquietudes culturales “superiores a sus condiciones intelectuales”. Aquí vive con su esposa Salomon Grundy, hombretón que se siente un poco el garbanzo negro del lugar. Pero su posición empeora después de un confuso episodio en una fiesta con la mujer de un nuevo vecino. El asesinato que se produce algo después le va a suponer a Salomon un verdadero viacrucis. Una maligna red tejida de resentimiento, curiosidad enfermiza y mala suerte hace presa en él, alterando su matrimonio, que ya acusaba ciertas grietas, su trabajo y la relación con los integrantes de la comunidad. En esta obra maestra de suspense psicológico, importa mucho menos la dilucidación del crimen que lo que le sucede a Grundy, el cual, con sus reacciones cada vez más airadas, no deja de agravar su caso. Entre lo mejor -aparte de la atmósfera progresivamente angustiosa y los diálogos que expresan inmisericordes la naturaleza de cada personaje-, la descripción de esa clase media ascendente de medio pelo cuyas ínfulas no se corresponden con su verdadera valía. Julian Symons es asimismo autor de muy dignos pastiches sobre Sherlock Holmes y de una profunda, amena y contundente “Historia del relato policial”, donde repasa el género desde sus inicios y quizá el mejor estudio que se haya realizado sobre el tema.



jueves, 17 de diciembre de 2015

LA GIOCONDA Y SU SECRETO MÁS RECÓNDITO


Aparece en prensa la noticia de que la Gioconda, de Leonardo da Vinci, escondería debajo del mundialmente conocido retrato otra pintura. Sería como ese abuelo de familia, pero al revés, pintado encima de un Velázquez (Ramón Gómez de la Serna, “El incongruente”). Las reacciones no se han hecho esperar, y son fundamentalmente dos: 1) Los que quieren dejar las cosas como están; y 2) los partidarios de rascar a ver qué hay. El debate está servido. 
Para los primeros, conservadores a ultranza, sería una barbaridad y un sacrilegio tocar la obra del maestro, y es su deseo ferviente que pueda ser contemplada, en su estado actual, por los siglos de los siglos. Los segundos piensan de manera diferente (quiere decirse que piensan igual, pero en sentido opuesto). Ese cuadro lo tenemos amortizado, argumentan. La de veces que lo habremos visto. Y además, hay fotos. No tenemos idea, empero, de lo que nos oculta esa imagen icónica desde que Leonardo colocó encima, tembloroso, la primera pincelada. ¿Y si nos encontramos con una auténtica obra maestra? Lijemos y ya está. 
A lo que aquéllos replican que de eso nada. Con escudriñar la pintura con rayos X, dicen, sabríamos a qué atenernos. Se ha hecho con otros cuadros y los resultados han sido aceptables. Argumento que se ha visto inmediatamente contrarrestado por el de que los citados rayos X, contra los que no tenemos nada y han salvado muchas vidas (?), lo máximo que obtienen es una imagen borrosa y en blanco y negro. Y aunque se pudiera sacar en color, no sería el color verdadero y pinturero, nunca mejor dicho. No hay otra solución que usar la espátula.
Los otros, naturalmente, se han alterado. Por encima de nuestro cadáver, insisten. A lo que se les ha replicado que esa sonrisa que tan bien supo captar el maestro, no tenemos empacho en admitirlo, ha venido poniendo nerviosa a la Humanidad desde que se viene contemplando (hora es ya de denunciarlo), siendo en alto porcentaje responsable de las neurosis de este mundo. 
Sí, claro, han saltado éstos como una pantera, la culpa de todo lo malo la va a tener ahora Leonardo, porque tú lo digas. Cosas más raras hemos visto, ha sido la respuesta, existe muchísima curiosidad por averiguarlo. ¿Qué interés oculto, y nunca mejor dicho, hay en negarse? Ningún interés, dicen los otros, pero que nos carguemos la pintura ¿no significa nada?, han inquirido. 
En estos términos está ahora la controversia. Nosotros no nos inclinamos ni a una postura ni a la otra. Trasladamos la cuestión a los que lean esto. Parpadea una vez, si estás de acuerdo con la uno (1). Parpadea dos, si eres más de la dos (2). Vemos muy difícil saber quién ha ganado, pero algún día, sí, algún día que podría ser éste, dispondremos de la tecnología apropiada para ello. Por éstas.




miércoles, 16 de diciembre de 2015

AÑAGAZA (Al portero)

HUMOR ENTRE CASCOTES (ENIGMAS)

El portal lo custodia un portero engalanado que cierra el paso a los desconocidos. Exige que se identifiquen y revelen el piso al que van y la razón de la visita; luego, lo confirma por el teléfono interior. En uno de sus rarísimos descuidos me introduje, escondiéndome en el sótano. Para llegar a la azotea, mi dilema era, bien utilizar uno de los ascensores –movimiento que no le pasaría inadvertido- o subir por la escalera, cuyo primer tramo está bajo su directa y constante vigilancia. Opté por lo primero, pues hasta que él reaccionara yo dispondría de unos minutos preciosos. Hacia la mitad del edificio, está la garita donde la pareja de guardias juega a las cartas. Les oí salir –alertados por él- y dirigirse por la escalera uno arriba y otro abajo. El portero había ocupado el otro ascensor y lo detenía en cada piso. Yo mantenía ventaja, pero el tiempo corría en contra mía. Accedí a una planta. Se abrieron puertas y llegué a atisbar el interior: un aparador, un cuadro, una alfombra en tonos ocres. Me llegaron voces. Pensé enviar mi ascensor, el que acababa de abandonar, como señuelo al azar. No pude: subían velozmente tras de mí. Si conseguía llegar el primero a la azotea, habría conseguido mi objetivo. El error había sido del portero, aunque tenía la firma intención de subsanarlo. Creí percibir, sutilmente conectado con el mío, su espíritu vengativo, marcadamente sádico, seguro de que ganaría la partida. 



martes, 15 de diciembre de 2015

"MI TÍO EL EMPLEADO", Ramón Meza

RESEÑA NOVELA

Mi tío el empleado, Ramón Meza (1861–1911)  - Cuba. Etapa colonial tardía. Tío y sobrino desembarcan en el puerto de La Habana procedentes de España. Vienen en busca de un destino, con la correspondiente carta de recomendación en la mano. Inicialmente, el tío es objeto de pesadas bromas. Pero no tardan en conseguir un empleo (sin sueldo) que consiste en sacudir el polvo acumulado de vetustos legajos. La situación, en adelante, irá cambiando, lo que no quiere decir exactamente que mejore. Espléndido autorretrato de la administración colonial -con su vínculo extraño y particular con la metrópoli-, que se pinta como una suerte de covachuelismo, donde los expedientes corren diverso destino, dependiendo del interés que les presta el funcionario encargado de su trámite. Aparte del tío y el sobrino, los personajes son casi dignos de un Quevedo: don Genaro, el jefe del lugar donde trabajan, cuyo humor variable gravita decisivamente sobre sus subordinados; don Benigno, anciano y modélico empleado, propietario cuasi absoluto de los documentos que maneja; el ujier Juan; y los correveidiles de siempre, acechantes de su particular fortuna que depende siempre de un albur. Fuera ya de la oficina, pero sin olvidar su atmósfera, que parece aletear sobre la ciudad entera -notables las descripciones de algunas de sus calles-, el adinerado don Fulgencio y su hija Aurora, diana de los requerimientos amorosos del tío. En la segunda parte, la suerte de algunos experimenta un giro no pequeño, rescatándose con mucha fortuna algún personaje proveniente de la Península. La novela muestra la corruptela de la administración -’hay que dejarse la vergüenza en Cádiz’, proclama en determinado momento un personaje-, que se simboliza en el episodio, entre humorístico y kafkiano, de la ‘oficina desaparecida’, ordenada tapiar arbitrariamente medio siglo atrás y cuya ubicación resulta desconocida para todos, a excepción del ujier, que considera conveniente guardar durante largos años el secreto. ‘Novela de empleados’, ‘novela colonial tardía’ y ‘novela picaresca’, todo ello a la vez, la obra destaca como una de las narraciones cubanas más importantes. Y tristemente divertidas, valga la paradoja.



lunes, 14 de diciembre de 2015

AFORISMO GORDO Nº 15



Al corazón de piedra



AFORISMO GORDO QUINCE: Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez. Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas, y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas. Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama. Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado. Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá. Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento. Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos. Él entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán. Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos”. (Lucas 16:19-31)

Lección maestra, ya no de religión; de psicología humana. Se expresa aquí la contumacia, que en tantos casos niega la mismísima realidad que hay delante.



domingo, 13 de diciembre de 2015

"LA MONTAÑA", Nikolái Leskov

RESEÑA NOVELA

La montaña, Nikolái Leskov (1831–1895) - Alejandría. Época inicial del cristianismo. La ciudad es un hervidero de razas y religiones, celosas la mayoría unas de otras. La fe naciente muestra su vigor, aunque también su vulnerabilidad ante las tempranas herejías. En este marco llega, procedente de Antioquía, Nefora, hermosa y joven viuda. Deseosa de eclipsar a sus rivales en la próxima fiesta en honor a la diosa Dafnis, acude al orfebre Zenón -reputadísimo artista y cristiano que vive apartado de la comunidad- con el encargo de una joya. Zenón rehúsa, pero no es ésta negativa la que hiere fatalmente el corazón orgulloso de la joven, que dirigirá su venganza a los cristianos. Pronto, la fe de los creyentes se verá sometida a una dura prueba. Esta fábula nos enseña varias lecciones importantes: que Dios todo lo puede, que no debemos tentarle con nuestro temor o insuficiencia y que, cuando flaquean o se desvían los pastores del rebaño, Él envía siempre su relevo, no pocas veces en figura marginal o despreciada. Aprendemos asimismo que, cuando el amor humano se reviste del divino, nada hay más hermoso sobre la tierra. Leskov, entre los escritores rusos, no ha terminado de encontrar su lugar para el gran público. Censurado y atacado en su tiempo, a la vez, por conservadores e izquierdistas, parte de este juicio todavía permanece. Su obra, sin embargo, logró el reconocimiento de, entre otros, Thomas Mann y Gorki. (La edición que manejo incluye un relatito -La bella Asa- con el mismo ambiente y una sublime moraleja.)



jueves, 10 de diciembre de 2015

DIEZ CUESTIONES QUE TE PUEDES PLANTEAR TÚ MISMO EN CASA PARA SABER SI PERTENECES A LA MAFIA


1) Valoras enormemente a la familia y consideras que es lo único importante.
2) Tienes un gato, preferiblemente de Angora, y dejas que se suba a tu regazo, acariciándolo en presencia de visitas.
3) Tienes amigos en la judicatura que se ponen nerviosos al verte y te tratan con enorme respeto anteponiendo el don.
3) Te gusta mezclar negocios y política.
4) Te gusta mezclar política y negocios. Parece lo mismo, pero hay una gran diferencia que sólo tú sabes.
5) Lloras en la ópera.
6) Has tenido cuestiones con Hacienda, aunque se han terminado ventilando a tu favor sin necesidad de que tu país entre en campaña electoral.
7) Has pronunciado alguna vez, o muchas, eso de “no es nada personal, sólo negocios”.
8) Te gusta la pasta, la de comer.
9) Hablas ronco, suave, moviendo blandamente la mano.
10) Empezaste recogiendo colillas y cascos de botella.

Ahora, la EVALUACIÓN. Muy atento, porque es aquí donde se ventila la cosa.

Si tienes 10 de 10, eres un supermafioso. Ojo contigo. No te extrañes si tus amistades se envaran ante ti, no solamente los de la judicatura.

Entre 8 y 9. Muy mafioso, aunque un trocito de tu corazón no lo es.

De 6 a 7. Peligrosillo.

5. Aprobado pelado.

De 3 a 4. Sólo actúas como mafioso en caso de necesidad estricta.

Entre 1 y 2. Poquísimo mafioso, pero te gusta pensar que sí lo eres.

0 patatero. No eres mafioso en absoluto, y te jode un huevo que los demás lo piensen. Eres capaz hasta de matar por ello.

(NOTA: He puesto algunas palabras en negrita -así- porque me parece que hace gracia. Si no la hace, pues nada.)