martes, 15 de diciembre de 2015

"MI TÍO EL EMPLEADO", Ramón Meza

RESEÑA NOVELA

Mi tío el empleado, Ramón Meza (1861–1911)  - Cuba. Etapa colonial tardía. Tío y sobrino desembarcan en el puerto de La Habana procedentes de España. Vienen en busca de un destino, con la correspondiente carta de recomendación en la mano. Inicialmente, el tío es objeto de pesadas bromas. Pero no tardan en conseguir un empleo (sin sueldo) que consiste en sacudir el polvo acumulado de vetustos legajos. La situación, en adelante, irá cambiando, lo que no quiere decir exactamente que mejore. Espléndido autorretrato de la administración colonial -con su vínculo extraño y particular con la metrópoli-, que se pinta como una suerte de covachuelismo, donde los expedientes corren diverso destino, dependiendo del interés que les presta el funcionario encargado de su trámite. Aparte del tío y el sobrino, los personajes son casi dignos de un Quevedo: don Genaro, el jefe del lugar donde trabajan, cuyo humor variable gravita decisivamente sobre sus subordinados; don Benigno, anciano y modélico empleado, propietario cuasi absoluto de los documentos que maneja; el ujier Juan; y los correveidiles de siempre, acechantes de su particular fortuna que depende siempre de un albur. Fuera ya de la oficina, pero sin olvidar su atmósfera, que parece aletear sobre la ciudad entera -notables las descripciones de algunas de sus calles-, el adinerado don Fulgencio y su hija Aurora, diana de los requerimientos amorosos del tío. En la segunda parte, la suerte de algunos experimenta un giro no pequeño, rescatándose con mucha fortuna algún personaje proveniente de la Península. La novela muestra la corruptela de la administración -’hay que dejarse la vergüenza en Cádiz’, proclama en determinado momento un personaje-, que se simboliza en el episodio, entre humorístico y kafkiano, de la ‘oficina desaparecida’, ordenada tapiar arbitrariamente medio siglo atrás y cuya ubicación resulta desconocida para todos, a excepción del ujier, que considera conveniente guardar durante largos años el secreto. ‘Novela de empleados’, ‘novela colonial tardía’ y ‘novela picaresca’, todo ello a la vez, la obra destaca como una de las narraciones cubanas más importantes. Y tristemente divertidas, valga la paradoja.



1 comentario:

  1. ¡UY a veces los jefes no saben lo que traman los empleados o subordinados y en otras vaya jefes!, los más peligrosos "los Correveidiles".

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