UNO: Antes la censura consistía en prohibir. Actualmente consiste en ignorar.
DOS: El cine truncó su auténtico camino al aceptar el sonido. Imposible imaginar adónde habría llegado.
TRES: No eres escritor hasta que alguien no te afea un error, preferentemente ortográfico.
CUATRO: Los días felices de la infancia. Pero ganan los otros.
CINCO: A Cristo sólo le faltó hacerse viejo. Algo quiso que hiciéramos nosotros.
SEIS: El mal, visto de cerca, muchas veces parece inofensivo y razonable, encantador incluso.
SIETE: Se suele confundir firmeza y fanatismo. Firmeza es no transigir con los principios. Fanatismo es imponer estos principios.
OCHO: El escritor busca redimirse. No son pocos los que caen en el camino.
NUEVE: Algún día, cerraremos por última vez un libro.
DIEZ: Si persigues una gran empresa, te conviene alcanzar cuanto antes el punto de no retorno. Entonces, aunque flaquees, dará igual.
ONCE: Cocinar es, fundamentalmente, meter fuego.
DOCE: Un hecho es siempre un hecho consumado. De lo contrario, no sería hecho. Ni consumado, ya que nos ponemos.
TRECE: Si lo que tendría que poner aquí lo cambio por el que figura como octavo –también vale cualquier otro–, acabo de rellenar el trece.
Nunca terminaremos de cerrar un libro, en la otra vida seguimos leyendo y escribiendo, Señor Rey, o bueno cuando regresemos de nuevo a la Tierra, en otro tiempo. ¡Tranquilo Señor Rey que si no hemos terminado un libro o no hemos tenido hecho la obra literaria completa la terminaremos a la vuelta!
ResponderEliminarQuizás sigue habiendo censura pero realizada a lo finolis.
Como digo yo referido a la censura: ahora hay una férrea censura absolutamente inexistente.
EliminarBueno, censurado y censado (solo por la ene se distingue de cesado),vienen a ser patas del mismo banco. Hoy en día la censura consiste en no incorporarte al censo de escribidores o plumíferos en sus listas(¡qué listos!, oficiales y oficiantes. Oponerse a semejante dictadura consiste en no dejar de escribir ni debajo del agua.
EliminarDecía Camilo José Cela, que de esto sabía un rato, que la mejor venganza del escritor es seguir escribiendo.
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