RESEÑA NOVELA
"Una vida (La humilde verdad)", Guy de Maupassant (1850–1893) - Jeanne, educada en un convento, sale de él para reintegrarse a la vida familiar, en la antigua casa solariega, en el campo. Hija única, es mimada por sus padres, aunque sin excesos. Con el pensamiento lleno de deliquios juveniles, principalmente sobre el amor, el inevitable joven bien parecido aparece en el lugar. A pesar de la diferencia de fortuna, se casa con él. Ciertos detalles observados durante la luna de miel disgustan a la joven esposa. Al regreso a la mansión familiar, comienza para Jeanne una vida más distinta de lo que imaginaba, no tardando en experimentar un giro impúdico y dramático. Maupassant, maestro del relato corto, muestra en esta su primera novela idéntico dominio de la narración de más aliento, admirándonos con su análisis tanto psicológico como social, al tiempo que se recrea en el paso de las estaciones, que son el marco donde se desarrollan aquí las cuitas familiares. Los escasos vecinos, algunos de alto rango, otros menestrales campesinos o integrantes de la servidumbre, un par de curas parroquiales, absolutamente distintos el uno del otro, flanquean, por así decirlo, a nuestra protagonista. Jeanne, sondeando caracteres, cambia las expectativas de su primera etapa, donde todo era prometedor y deslumbrante, por la aversión hacia sus semejantes, de la que, en mayor o menor medida, unos por vulgaridad o simpleza, otros por intolerable corrupción, no parece que se salve nadie. Pero los años pasan y, como se dice al final de la novela, la vida nunca es ni tan buena ni tan mala como nos creemos. Narración fluida, poética y absolutamente cautivadora de este gigante de las letras galas, tempranamente malogrado y que fue apoyado en sus inicios por Flaubert.
Maupassant es un gran escritor, sin dudas. Sí es verdad que la vida nunca es tan buena ni tan mala, pero no va desencaminada la protagonista, porque cuando la mayoría del personal no dan ya ni los saludos ni unos gracias...¿ dónde se han metido?. Realidad, que no funciona las personas, si es que debemos llamarnos así, que tengo ya la duda...siempre al final me acuerdo de la mona Sira y Aurelio, " El Planeta de los Simios".
ResponderEliminar¡Que buen papelón de actores y actrices han hecho la gente, impecable!, han sacado hasta sobresaliente.
¡Estamos en los tiempos y en una sociedad del desasosiego!, sinceramente...¡cuanta mala leche tiene la gente con sus caras de no romper ni un plato!, así de claro, y así de rotundo.
ResponderEliminarTengo que volver a ver 'El planeta de los simios'. La vieja, la de Charlton Heston.
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