"Almas muertas" o "Las aventuras de Chichikov", Nicolái Gógol (1809-1852) - De argumento sugerido por Pushkin, constituye la novela un minucioso y desesperanzado fresco de la sociedad rusa de su tiempo. Apasionado de su país, lo retrata sin piedad en sus distintos tipos y niveles sociales, hasta el punto de que el propio escritor se quedó desolado de la visión que surgía de su libro. Para compensarla, decidió suavizarla en una continuación prescindiendo de la vena cómica. Pero de su pluma sólo salían personajes risibles. Sumido en una severa crisis religiosa, una mañana ordenó quemar el manuscrito de esta segunda parte. La pérdida para la literatura fue incomparable. Como en todas las grandes creaciones humorísticas -pensemos en el Quijote-, emana de esta obra una tristeza que nos lleva a pensar que los dioses inventaron la risa para que los humanos ocultaran su profunda pena y no desesperaran de seguir viviendo.
¡La preciosidad de sus palabras en este artículo es grandiosa, Señor Rey!, los personajes a veces son ridículos en los libros, igual que en la realidad, hasta uno mismo ha hecho el ridi en cualquier momento, ahora bien, sí es verdad que hay dos tipos de ridículos en la vida, uno es inocente, el otro mejor ni hablar de él. ¡ Que al propio autor le dejara ese halo de tristeza al descubrir sus propias palabras no es de extrañar!, porque el autor escribe, escribe bajo la más extrema observancia, sin darse cuenta de lo mismo creado, bajo el influjo de la mayor creatividad las palabras nos vence, las imágenes sociales nos contaminan o nos desinfectan, a saber...
ResponderEliminarToda la razón, Señor Rey: " dioses inventaron la risa para que los humanos ocultaran su profunda pena y no desesperaran de seguir viviendo".
¡ Menudo y tan certero título de obra!...almas muertas, almas muertas...pensaba el protagonista mientras caminaba bajo el influjo de un sol radiante por aquel bosque. No dejaba de rondarle en la cabeza, aquellas estremecedoras palabras...¡ almas muertas...almas muertas!, como si de un susurro de otro mundo le instase a que reflexionara sobre ello...¿ seré yo un alma muerta?, se preguntó nuestro personaje principal...al unísono le contestó una voz...¡ no, tu no eres un alma muerta, no ves que estás reflexionando!...y siguió pensando en aquellas tristes palabras, a cada persona que se le cruzaba le miraba la cara...¿ será este Señor un alma muerta?...¿ y las almas vivas dónde encontrarlas?...son pocas las que quedan, le susurró de nuevo aquella voz del pasado...¿ quién eres ?, le preguntó nuestro curioso protagonista.
Felices Fiestas para todos y que llevemos la Humildad y el Amor en nuestros corazones ,que llevemos al Niño que viene. Saludos Cordiales. Teresa.
Sus palabras, Teresa, me abruman por lo extremadamente favorables, pero siga, siga, no se corte... En cuanto a hacer el ridículo, si yo le contara. Feliz Navidad para usted y quédese con su última expresión, acerca del Niño que nace en estas fechas. Un fuerte abrazo.
EliminarGracias por su gran amabilidad, Señor Rey. Teresa.
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