miércoles, 31 de diciembre de 2014

NOVELERÍAS (A cada gusto)

HUMOR ENTRE CASCOTES (DISPARATE)

De terror: “Al entrar en el castillo, no se presentó nadie a recibirlo...”
Del oeste: “Silbaban las balas al rebotar contra la pared de roca donde se parapetaba el fugitivo...”
Negra: “Aquella mañana, me desperté con resaca...”
De caballerías: “Le dixeron al caballero que el dragón se escondía en la floresta...”
De guerra: “El frente se había roto durante la noche en varios puntos...”
De misterio: “El abrecartas no se encontraba en su sitio de costumbre sobre el escritorio...”
De humor: “Deslizándose por el canalón, se rasgó los pantalones. Abajo, fruncido el ceño, le aguardaba el coronel...”
De amor: “Aplastó furiosa la margarita entre sus menudos dedos...” 
Social: “El vientre de la tierra vomitó oscuros mineros...”
Épica: “Los cosacos, alegres y cantando, se acercaban hacia el Don...” 

De tesis: “La sociedad caminaba inconsciente a su destrucción...” 
Lírica: “Brillaba el rocío, como mínima epidermis, sobre la hoja...” 
Rusa: “Se había apagado el samovar...”
De ciencia ficción: “Desapareciendo con su máquina del tiempo, se presentó a sí mismo siendo niño...”
Del mar: “Una semana llevaban detenidos por la calma chicha, añorando las peores galernas...”
Mística: “El mundo le tentaba con sus vacíos oropeles...”
Erótica: “Se sentía como en la charcutería donde trabajaba de ocho a cinco...”
Realista: “Las baldosas, pintadas de almagre, presentaban las junturas oscurecidas por el polvo acumulado...”
Interactiva: “El personaje, en lugar de convertirse en virtuoso de la armónica, se decide que emprenda viaje al Himalaya...”
De aventuras: “Perseguidos por los belicosos indígenas, hubieron de internarse en el desierto...”
De capa y espada: “No le quedó más remedio que, abandonando su florete, arrojarse al foso...”
De los polos: “Apresado el navío entre los hielos, se resignaron a pasar el invierno en aquellas soledades...”
Folletinesca: “El medallón, que guardaba uno de sus rizos, reveló la identidad del inclusero...”
De Sherlock Holmes: “La ceniza del cigarro evidenciaba para el detective, sin género de duda, que el fumador era de complexión sanguínea, tenía seis pies y dos pulgadas de estatura, usaba calzoncillos largos algo gastados en la culera, era aficionado a la ópera y a las regatas, tratándose también de una autoridad mundial en numismática...”
De Arsène Lupin: “Avanzando despreocupado por la cornisa, de apenas medio palmo de anchura, a veinte metros sobre el suelo, Lupin jugueteó con el collar de perlas, mientras le dedicaba un tierno pensamiento a la pequeña Cossete...”
De Tarzán: “El hombre mono fijó su mirada melancólica en las cúpulas, doradas por el sol, de la ciudad de Opar...” 

1 comentario:

  1. Tendremos que llamar a Hércules Poirot para descubrir dónde se encuentra el abrecartas, aunque creemos los lectores que el instrumento causante del misterio no es exactamente el abrecartas sino un parte nueces. Este es muy serio ( De tesis), aunque tenemos dudas si era inconsciente o consciente como caminaba la sociedad hacia su destrucción, y si acabaremos siendo interactivos, mejor ir al Himalaya es lo que queda, visto lo visto , ¡ Viva, nuevos tiempos de exploradores!, estamos hartos de tantos materialismos vacíos.


    Feliz Año Nuevo a todos.

    ResponderEliminar